domingo, 20 de septiembre de 2015

No te obsesiones, no pienses tanto en ello.

Ellos me dicen que no me obsesione, que no piense tanto en ello. 

Cuando yo era una niña pequeña, aprendí a ser mamá. Jugué con las barbies, las cuales lo tenían todo en la vida, eran maestras o doctoras, tenían al Ken, una casa grande y una camioneta para ir de pic nic, hacían ejercicio, tenían hijos e iban al supermercado. También jugué con muchos muñecos bebés, unos comían, bebían, hacían popó, lloraban, decían mamá y hasta les cambiabas el pañal, otros venían sin ropa, metias su ropita al agua para que se expandiera y así sabías si el sexo de tu bebé era niño o niña, era una sorpresa muy emocionante de descubrir. Jugué con las polly pocket, con sus diminutas casas y sus diminutos bebés. 

Mientras era aún una niña pequeña, llegó el momento de tener hermanos, llegó el momento de ver a mi mamá embarazada y sentir con mi pequeña mano como se movía mi hermano en su vientre. Lo vi pequeño, indefenso y vi a mi madre ser madre de nuevo. Ocasionalmente se me encargó cuidar a mis hermanos, tomarlos de la mano para que no se perdieran, regañarlos si era necesario y darles de comer cuando mamá no estaba. Se me dijo que por ser la mayor yo debía ser su buen ejemplo a seguir. Fui la madre de mis hermanos. 

Crecí y mi cuerpo me empezó a decir que estaba en la transición de niña a mujer. Me explicaron que un día llegaría mi regla y que eso significaba que mi cuerpo se estaba preparando para ser mamá, que cada mes lo haría pero que yo aún era muy pequeña para serlo, que sería peligroso para mi salud y que además sería un suceso que me arruinaria la vida y todos mis planes. Aunque mi cuerpo me empezaba a decir que estaba listo, yo no lo estaba, no psicológicamente y aún tenía mucha camino que recorrer. Entendí que un bebé arruinaria mis estudios, que primero debía luchar para ser profesionista, casarme y formar una familia, me quedó muy claro que yo debía ofrecerle a esa futura familia lo mejor que pudiera.

Así que estudié y después me casé. Con los primeros gastos de un matrimonio era aún muy pronto para tener un bebé, teníamos muy poco que ofrecer. Compramos lo básico y arreglamos el hogar para que nuestra futura familia pudiera llegar a un lugar mas bonito y cómodo. También ahorramos, para pagar los gastos del embarazo y del parto, así como para comprarle una buena cuna y decorar su cuarto, incluso pensaba en los gastos de mi ropa de maternidad, tenía que ser una ropa bonita para poder lucir mi pancita, y si sobraba algo de dinero sería para una sesión de fotos de embarazo e incluso de mi bebé recién nacido. Demasiado presuntuoso no?

Pues bien, que no habiendo pasado mucho tiempo y creyendo haber ahorrado lo esencial, nosotros nos decidimos a empezar la búsqueda.  

Tuve que aprender otras cosas, mi vida dio un giro de 360 grados. Aprendí todo lo que no me habían enseñado nunca sobre mi ciclo menstrual, y que lo que si me habían enseñado era sólo la punta de un iceberg. Después de un tiempo, la vida y la muerte comenzaba y terminaba con el primer y el último día de mi ciclo. Me perdí en una espiral. 

Tuve que darme cuenta que no era fácil. El dinero que habíamos ahorrado ahora era para pagar análisis, visitas a médicos y tratamientos. Pronto me dejó de importar la cuna, el cuarto del bebé, la ropa de maternidad, las sesiones de fotos y muchas cosas más. Todo lo que quería y todo lo que aún quiero es tener a mi bebé aunque ese dinero se acabe. 

Tuve que aprender que había trompas obstruidas, desajustes hormonales, espermatobioscopias anormales, varicocele, abortos de repetición, defectos en la fase lutea, incompatibilidad genética, mala calidad de óvulos, y muchas otras cosas más, incluso todas aquellas que aún desconozco y la lista se haría muy larga.
Tuve que darme cuenta que había inseminaciones y fertilizaciones fallidas, y no una, ni dos, ni tres, sino cuatro o cinco o más. 
Aprendí que un embarazo no es sinónimo de logro sino de que el camino continua porque la verdadera meta es tener a tu bebé en brazos. 

Y mientras aprendo esto, he tenido que soportar los comentarios ajenos de personas que dicen no te obsesiones,no pienses en ello y llegará, haz pensado en una inseminación o una in vitro?, por qué no te haces una?, bueno relajate que de cualquier forma si no te quedas embarazada pues piensa que siempre te queda la adopción, los hijos no dan la felicidad, tener hijos no es lo mejor del mundo. 

A todas esas personas les quiero decir que he estado obsesionada toda mi vida con ser madre, que lo he pensado desde que era niña y que nunca he dudado que lo seré y que incluso ya lo soy de pensamiento, que mi mente desde hace mucho que está embarazada, por lo tanto nunca podré dejar de pensarlo. 

Quisiera decirles a todos los que no han pasado por esto, por tan siquiera un sólo ciclo de tratamiento, que una inseminación o una in vitro no es como decir voy a la tienda a comprar un hijo y ya está! asunto solucionado. 

Quisiera decirles que pensar en la adopción, efectivamente me relaja, pero no por ello voy a dejar de luchar cuando aún hay muchas oportunidades. Que no dejaré de luchar por ver un positivo, por ver una eco con un pequeño saquito, por escuchar un latido, por sentir sus pataditas, por sentir el dolor de un parto, por vivir todo lo que otros han podido vivir. Aún así, quiero que sepan que no soy egoísta, que sé que la maternidad es mucho más que nueve meses y es mucho más que una carga genética. No tienen que decírmelo porque yo lo sé. 

A toda esa gente quisiera preguntarles si sus hijos no los han hecho felices, o que acaso fue un error tenerlos? Quisiera decirles que pensaran en una vida sin sus hijos,...  sería lo mejor del mundo?

Entonces, no me digan una vez más que no me obsesione y que no piense tanto en ello.

jueves, 17 de septiembre de 2015

Estoy cansada

Hoy es un día en que estoy cansada de luchar.

Estoy cansada de verme al espejo y no reconocer a la persona que miro en el. De haberme descuidado físicamente y no verme bonita y sensual como antes pensaba que lo era.

Estoy cansada de descuidar a mi trabajo, a mi marido, a mis amigos, a mi familia y a todo lo que me rodea.

Estoy cansada de ciclos y más ciclos fallidos de tratamientos, de los pinchazos, de las visitas al gine, de sacar y sacar dinero de mi billetera para seguir pagando mi cuota infértil.

Estoy cansada de ilusionarme y pensar que éste será mi mes.

Estoy cansada de no tener motivación en ninguna cosa más, ni en ningún momento más que no sean mis días fértiles.

Estoy cansada de buscar respuestas por internet.

Estoy cansada de estar triste, de llorar, de meterme en mi cama todos los días, de pensar que preferiría morir.

Estoy cansada de los comentarios de personas que no han pasado por esto. De las personas que me dicen que por qué no me hago una IA o una FIV, como si eso fuera la octava maravilla, como si fuera algo que compras en una tienda y ya está! zas! quedas embarazada por arte de magia, como si no hubiera un protocolo que seguir, otros tratamientos, análisis para encontrar un diagnóstico. Piensan que uno puede llegar con el médico y decir hola vengo por una FIV, que sencillo no?!

Estoy cansada de quien dice: bueno siempre queda la adopción!, claro que se que siempre me queda la adopción pero eso no me quita los sentimientos que me genera la búsqueda. Piensan que decirte eso es cómo darte un pañuelo para secar tus lágrimas. Ah si?! fíjate que no sabía lo de la adopción pero ahora que lo dices tienes razón, ya podré dejar de sufrir por cada tratamiento fallido en donde todo mi esfuerzo físico, económico y emocional se va al traste!

Y a pesar de todo, a pesar de mi cansancio, el cual he tenido desde el primer mes de tratamiento, vuelvo a sacar fuerzas porque quedan muchos intentos, muchos tratamientos por delante. Y pienso que no puedo permitirme estar cansada porque hay muchas mujeres que han luchado más que yo, mujeres que se fortalecieron en el camino y que han llegado muy lejos, yo por qué no habría de ser una de ellas? Si yo apenas voy empezando relativamente, mi cansancio sería un insulto para todas esas mujeres que han aprendido a ser mejores luchadoras que yo.

Un beso a todas esas mujeres valientes.

jueves, 10 de septiembre de 2015

Nuestro camino en la lucha contra la infertilidad

Después de un año de buscar el embarazo de forma natural decidimos ir con un ginecólogo especialista en fertilidad, es decir un biólogo de la reproducción, aquí empezaron nuestros tratamientos, primero nos hicimos los exámenes que él dijo que eran básicos y con los que se descubre la gran mayoría de los problemas de fertilidad.

Mi esposo se hizo una espermatobioscopia y yo una histerosalpingografía, ambos salimos bien, completamente sanos, entonces sin más estudios el gine me mandó a tomar omifin por 3 ciclos, una dosis de 100mg sin seguimiento folicular, no funcionaron, regresamos a consulta y me recetó omifin por 2 ciclos más aumentando la dosis a 150mg e igual sin seguimiento folicular, tampoco funcionó. Le comenté que si no sería bueno mandarme a hacer un perfil hormonal a lo cual contestó que no que porque eso lo mandaba a hacer sólo cuando realizaba un ciclo de inseminación o de fiv lo cual no era mi caso todavía. No me gustó su respuesta y cambié de ginecólogo.

El 6to ciclo de omifin sabía que sería el último porque había leído que sólo se recetaba por 6 ciclos, entonces ese 6to ciclo lo quise hacer con el nuevo gine que esperaba me pusiera más atención y así lo ha hecho. En la primera consulta tuvimos la siguiente conversación:

Dr.: - y cuál es el diagnóstico?
Yo: - no tenemos ningún diagnóstico (el Dr. pegó un brinco en su silla y casi se cae hacia atrás al decirle eso)
Dr. : -  pero como que no tienen ningún diagnóstico??!!, no les pueden indicar ningún tratamiento si no hay un diagnóstico,...pero bueno entonces dime como te fue con el omifin, te hicieron seguimiento folicular?
Yo: - no, no me hicieron ningún seguimiento (otra vez casi se cae para atrás)
Dr. : - entonces no podemos saber como funcionó el medicamento porque nunca hubo ecografías, vamos a hacer este ciclo de omifin con seguimiento para ver como respondes al medicamento

Me mandó hacer el perfil hormonal y empezamos ciclo con omifin, cuando me entregaron el resultado del perfil oh sorpresa!!, tenía la prolactina un poco elevada, cuando le llevé al Dr. los resultados me dijo que además de la prolactina la fsh y la lh aunque estaban dentro del rango normal las dos aparecían casi con el mismo valor cuando una debía ser del doble de la otra, dijo que esto era efecto de la prolactina y que bajandola se regularían las otras dos hormonas. Empecé a tomar cabergolina para bajar la prolactina.

Entonces ese 6to ciclo sólo tomé omifin, cabergolina y el día 12 del ciclo un pinchazo de Choriomon para romper los folículos y nos mandó abstinencia y luego a tener relaciones el día 14 y 15 del ciclo,.. no funcionó, creo que aquí fue cuando me di cuenta que REALMENTE esto me sería muy difícil, que el camino sería muy largo, tal vez mucho más de lo que pudiera llegar a imaginar. Lloré como siempre pero no me sentí tan mal porque el gine ya me había dicho que no me daba muchas esperanzas debido a la prolactina, (mentiras, creo que si me sentí muy mal porque quise tirar la toalla jaja) que podía ser que hubiese embarazo pero que no lo garantizaba y me dijo que para el siguiente ciclo iríamos con todo!!!

Llegó el 7mo ciclo, como respondo bien al omifin me lo volvió a mandar, también me pinché Merional los días 8, 9 y 10 del ciclo, supongo que si no funcionó omifin los ciclos pasados por eso me mandó unos pocos pinchazos de Merional para variar el tratamiento. Otra vez el día 12 del ciclo Choriomon y relaciones el 14 y 15. Tuve muchas esperanzas porque ya tenía poco más de un mes tomando la cabergolina, estaba relajada, hacía ejercicio y cada día después de la ovulación pensaba en que etapa estaba, dos células, cuatro, ocho, blastocito, implantación, etc. No funcionó y fue un chasco!! no podía ser posible que ni con Merional me quedara embarazada, además la regla se me adelantó, me duró 25 días cuando los ciclos pasados habían sido de 28. Lloré sólo un día, el día que me bajó y me dije respira, levántate, sacúdete el polvo y agarra fuerzas de nuevo porque esto te va a costar probablemente mucho.

Y así empezó este mi 8vo ciclo de tratamientos, omifin, merional, choriomon, relaciones programadas y a esperar que este sea mi mes.

Sé que aún llevo poco tiempo en tratamientos y que hay chicas que tienen mucho más tiempo que yo entre tratamientos, cirugías, análisis y las que desafortunadamente han tenido una pérdida tras otra. A todas esas chicas les deseo que pronto se cumpla el deseo que hay en su corazón,  les deseo que sigan siendo fuertes, porque todo llega no? y no hay mal que dure 100 años, y si otras chicas con años de lucha lo han logrado, por qué tú no?

Bueno, en pocas palabras he resumido meses que ya se van convirtiendo en años de sufrimiento, de dolor, de mucho llanto, de discusiones con mi marido, de incertidumbre, de fases lúteas, de arranques míos de furia, de días tirada en mi cama, de días aprendiendo a vivir con la infertilidad, superando las etapas de mi duelo.

viernes, 7 de agosto de 2015

Por qué a nosotros?

Antes de contar nuestra historia, la cual dejaré para otra entrada, me gustaría compartir esta duda que creo la hemos pasado todas las que estamos aquí luchando.

Por qué a nosotros? por qué si eramos una pareja tan alegre y feliz, y ahora sólo nos la llevamos en discusiones y en llantos.

Cómo sobrevivir en pareja a la terrible oleada de la infertilidad?, cómo llegar a ser verdaderamente uno sólo, estar conectados para sentir, pensar y actuar de la misma forma. Imposible.

Que pasará cuando un día tengamos nuestro tan anhelado positivo?, volverá todo a la normalidad?, seremos felices de nuevo o más que antes?, esta crisis, esta lucha, será la preparación para las tormentas que se vendrán más adelante?

No lo sé, no tengo ninguna de estas respuestas, ni a otras tantas preguntas que me hago, de una cosa si estoy segura, esta es la primer crisis en mi matrimonio, una que nunca esperé, ni si quiera imaginé vivir.